COMER, REZAR.... AMAR?

¿Sabes cuál fue tu primer frase de esta mañana?,mmm..

Hola?

No, tu primer frase fue ... ¡Tengo hambre!

Estas seguro, que no fue, apaga el aire acondicionado, tengo frío...

No, eso fue por la madrugada.

Haber que dije ayer por la noche, a pues te reíste, y cuando te pregunte por que, solo dijiste es muy gracioso, plot!!!

Siempre sé lo que dices, siempre te escucho.

¿De verdad?

Si, que tú no te des cuenta es distinto, pero YO siempre sé lo que tú dices y quieres...

Hace tiempo que tengo ganas de escribir del amor, de cómo me siento al respecto, de todo lo que he soñado, de las veces que se han aparecido ante mi ese pasado, y si he de ser sincera no me acordaba de algunos o de varios, pero un sueño ha sido constante durante tres semanas, siempre el mismo, siempre las mismas frases, los mismos lugares, siempre tú!

Me he sorprendido de sobre manera el despedirme una y otra vez de ti, de ese pasado en el que estúpidamente me refugio, ante un recuerdo que solo me recuerda lo muy amada que he sido, pero que no soy más, al menos no por el mismo protagonista, ese recuerdo donde me siento segura por que no existe, porque no hay manera de que me vuelva a lastimar, donde no hay la remota posibilidad de enamorarme de nuevo, y entregar el corazón temiendo que lo destrocen, que me abandonen, y si soy COBARDE!!!

Por eso seguiré prefiriendo las aventuras, los romances cortos, aquellos donde me puedo entregar a medias y seguir ilesa, donde cada palabra dicha o pensada, quede solo en él Y SI HUBIERA?

Era la tarde de un sabado del mes de Agosto, me invitaron a misa, la primer misa que acudí desde que me mude, se celebraba una boda, y justo en el momento en que dijeron si acepto, pensé en ti, en ese instante en que tú aceptaste a tu ahora esposa, fue como ver varias imagenes en distintas pantallas, de  imágenes yuxtaponiéndose, en una yo me desmoronaba en mi trabajo, fingiendo que no sucedía nada, que era un sabado como cualquier otro, que ese día por mala suerte había tenido que doblar turno, justo a las 5:30 pm sonaron las campanas de la iglesia que esta contra esquina de donde antes trabajaba, mis lagrimas corrieron, en la otra tú ante el altar de traje, con tu flor en el ojal, tomando la mano de tu amor, yo entrando al cuartito que teníamos para comer, o sentarnos y apretando el corazón, los labios, los dientes, respiraba hondo, mi mirada iba de un lado a otro, me apreté el estomago con mis brazos, y me deje caer con las lagrimas a flor de piel, todo eso paso por mi mente mientras celebraban la misa en esa capilla que estaba conociendo, y comenzaron a recorrer tantos recuerdos por mi mente, como si antes de eso no lo hubiera pensado antes, y me di cuenta que ya no me dueles, que ya no hay amor para ti, ni para mi, es solo que me refugio en la sombra de lo que fue.

Cuanto tiempo ha transcurrido, dos años, quizás tres, después de pensarlo, volví a desearte la mejor de las suertes, de las bendiciones y pedí por ti, por tu familia, y entonces me volví hacía mi.

Esa noche fue la última que te soñé...

Después pensé en la última persona con quien tuve una relación, su recuerdo duró solo unos minutos, no más...

Desde entonces me hice la pregunta de que sucedía con mi vida amorosa, y si algo sé de cierto es que TODA MUJER TENEMOS LA VIDA AMOROSA QUE QUEREMOS TENER, y si aunque esta soledad es lo que ahora quiero, sé también que mi vida amorosa ha sido como he querido que sea, sin ningún cambio, todo ha pasado, nada se ha quedado.

Después de un tiempo recordé las palabras de mi gran amiga Anadivitis, y de un libro que estaba leyendo: Comer, Rezar, Amar, la he visto 5 veces, y aunque no he podido verla desde su inicio a final, sino por partes, coincido con la protagonista, en ocasiones he necesitado perderlo todo, para construirme, y aunque no he tenido riquezas monetarias si las he tenido en todos los demás sentidos, ahora mismo, estoy tratando de encontrar a mi Dios, a mi centro, estoy tratando de volver a mí.

Y es verdad, la palabra más constante en mi vocabulario es COMIDA, me hice la promesa de no faltar a misa cada fin de semana, y el amor, ps! ya llegará si así deberá ser...

Ahora comparto con alguien mi estancia en esta vida, MOCOSO, como le suelo decir se ha convertido en mi compañero de aventuras, de risas, de juegos, de comida, reconozco que me desesperan sus berrinches, pero adoro sus caricias, la cuenta regresiva comienza.

¿Cuál es mi palabra en este momento? METAMORFOSIS.

MORGANA

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